Halloween de terror

Hoy vengo indignada no, indignadísima. Fijaos hasta que punto, que tengo un examen el lunes y no puedo aguantar las ganas de desahogarme.
La noche del 31 de Octubre, como ya todos sabréis, fallecieron tres adolescentes en una macrofiesta para Halloween. Pues bien, esta horrible noticia engloba varias de mis grandes indignaciones:

- La fiesta de Halloween.
- La ambición ante todo.
- La falta de sentido común por parte de los jóvenes.

En primer lugar, me indigna ver como el capitalismo se está comiendo la cultura. Adoro el inglés y siempre he apreciado sus costumbres, aunque desde lejos. Quiero vivir un Halloween disfrazada, pero por las calles de San Francisco, no por las de mi pueblo. No estoy diciendo que por ser Español/ola tengamos que celebrar el Día de todos los santos, que es en sí una fiesta religiosa, sino que tengamos la personalidad suficiente para hacer lo que nos guste y no lo que nos impongan. Hasta hace unos años, no se había oído mucho sobre esta fiesta puesto que la globalización total llegó con el desarrollo de internet, pero hoy en día, los empresarios, conscientes del dinero que genera, nos venden Halloween como una fiesta propia para que consumamos aún más de lo mucho que ya lo hacemos. Y la rabia que me da es que solo se transformen internacionales aquellas fiestas que impliquen un consumo, pero que otras, con tanto significado moral como el día de acción de gracias, pasen desapercibidas.
Y es por esa ambición empresarial, por la que se vendieron 19000 entradas para una fiesta de Halloween celebrada en un recinto con un aforo total de 10000. Es por esa falta de escrúpulos, por la que no había personal sanitario para atender las emergencias y lamentablemente, es por esa total inmoralidad por la que han muerto tres chicas.
Ahora, la sociedad busca al culpable, al cabeza de turco que pague por los errores de muchos otros. "El culpable es el que tiró la bengala"... "Deberían ir tras el organizador"..."Los jóvenes no saben divertirse"...etc.
Está claro, que el principal error fue la cantidad descomunal de gente que había en el Madrid Arena, y de igual modo, es a los organizadores a los que la policia está pidiendo explicaciones en primer lugar, pero ¿Acaso no fue el ayuntamiento de Madrid quien cedió el recinto?¿No es el ayuntamiento en parte responsable de la falta de personal sanitario o de que se vendieran más entradas de las permitidas? Y por otro lado, ¿Qué hacía una niña de 15 años en una fiesta para mayores de 18? Lo mismo si hubieran pedido identificación antes de entrar, también podrían haber cacheado y retenido el material piritécnico, y así, una tras otra, decenas de preguntas sin respuesta vienen a mi cabeza. 
Sin embargo, tal vez como joven cercana a la edad de las victimas, no puedo parar de darle vueltas a un asunto. Yo, con 20 años de edad, no hubiera ido a esa fiesta. No porque no me guste. No porque no pudiera. Sino porque tengo el sentido común de pensar en que hay mil sitios antes que ese. En Madrid, todas las discotecas tenían la misma música y celebraban la misma fiesta. Y esto me lleva a pensar en la juventud española. ¿A donde hemos llegado? Al principio, tal vez me hiciera gracia ver en callejeros a un chico ebrio diciendo "Pin, pan, toma lacasitos" pero ahora no me da nada más que vergüenza. Si, seguro que me tacháis de conservadora o de generalizar, pero ¿Alguien me puede decir que ganó el personaje que tiró la bengala? Porque a pesar de lo ruin y cruel que puedan ser los organizadores, ellos querían dinero, pero ¿QUÉ GANABA ÉL? En sí NADA.
Y es que, después de todo, una persona culta y civilizada, a fin de cuentas, estaba en otra discoteca. Y es que, al final de este desahogo, a la única conclusión que llego es lo poco que ha avanzado la juventud.

Me da vergüenza que hoy me consideren joven

2 comentarios:

  1. Siendo sincera, siempre he pensado que Halloween es otra forma más de hacer fiesta comercial sin venir a cuento. Porque, conservadora o no, siempre he preferido pasar esa noche con los buenos amigos y amigas de siempre, no con miles de personas vestidas con los trajes más peculiares. Además, está el hecho que tú misma comentas: ¿por qué sólo sabemos copiar fiestas comerciales y no momentos más íntimos y morales? :S De lo de las tres chicas no me había enterado, pero sólo me sirve para sostener con más fuerza mis pensamientos...
    Un beso, te sigo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por tu comentario he de suponer que no eres española ya que nos han saturado con tanta información sobre el tema que es raro que alguien en nuestro país no se haya enterado todavía. Me alagra saber que no soy la única que piensa así. Gracias por seguirme y comentar. Un beso

      Eliminar

Post nuevo Post antiguo Home